En general, se suele advertir que el agua de mar puede ser peligrosa si se bebe. Sin embargo, desde una perspectiva de salud natural y holística, el problema puede ser el contrario: no tomar agua de mar podría contribuir al desequilibrio químico del cuerpo. Esta idea se basa en el hecho de que el organismo necesita constantemente minerales y elementos esenciales para mantener su estabilidad y funcionamiento correcto. El agua de mar, al contener todos los minerales naturales presentes en la Tierra, puede convertirse en una fuente insustituible para recuperar y mantener ese equilibrio.
Todo ser vivo necesita sales y azúcares
Para vivir, el cuerpo necesita dos tipos fundamentales de sustancias: las sales minerales y los azúcares naturales. Las sales regulan funciones eléctricas, musculares y metabólicas, mientras que los azúcares proporcionan energía inmediata y combustible celular. Las sales se encuentran en el agua de mar, y los azúcares en alimentos como frutas, miel de abeja o panela. Cuando alguno de estos componentes falta, el cuerpo se debilita, se desequilibra y pierde su capacidad de regenerarse.
Por lo tanto, no tomar agua de mar implica renunciar a una fuente natural de minerales fundamentales, lo que a largo plazo puede hacer daño, no de forma inmediata, sino por la pérdida de equilibrio interno.
La salud como equilibrio químico
La salud puede entenderse como un estado de equilibrio químico dentro del cuerpo humano. Cuando este equilibrio se rompe —ya sea por exceso o por carencia de ciertos elementos— aparecen los síntomas, malestares y enfermedades. En cambio, cuando el cuerpo mantiene una composición estable de minerales, agua, oxígeno y nutrientes, sus sistemas funcionan de forma óptima.
El agua de mar contiene todos los elementos químicos naturales conocidos en proporciones armónicas. Al introducirla en el organismo de forma controlada y adecuada, no solo aporta minerales, sino que también ayuda a corregir desequilibrios. Por ejemplo, si el cuerpo tiene un exceso de un mineral o una deficiencia de otro, el agua de mar tiende a nivelarlo gracias a su capacidad reguladora.
¿Qué sucede si nunca se consume agua de mar?
Al no incorporar agua de mar en ninguna forma —ni bebida, ni enjuagues, ni baños, ni inhalaciones— el cuerpo puede perder oportunidades naturales de recuperación y balance. Las dietas modernas, el estrés, la contaminación y los alimentos procesados contribuyen a la pérdida de minerales esenciales. Esto puede conducir a fatiga, inflamaciones, digestión lenta, alergias y otras condiciones que se deben al desequilibrio químico.
En este sentido, no tomar agua de mar podría ser una de las razones por las que muchas personas no logran restablecer su salud, aunque intenten tratamientos convencionales. El organismo necesita los 92 elementos minerales que se encuentran en el agua de mar para funcionar de forma completa.